Los pueblos
de la margen izquierda de la ría guardan buena parte de la historia de la industria y la
economía moderna. Fue siempre lugar de ferrerías y herreros pero el gran salto se dio
cuando se produjo en Vizcaya el primer lingote de acero Bessemer. Por muchos siglos
había sido conocido el acero, siendo famoso el manufacturado por chinos, árabes y
españoles. Su coste era muy elevado, por lo que su producción era muy limitada. En
la Inglaterra victoriana de la revolución industrial, Henry Bessemer (1813-1898)
diseño en 1885 un convertidor u horno en el que se soplaba aire en una masa de hierro
fundido para reducir su cantidad de carbón y transformarlo directamente en acero,
reduciendo notablemente el coste de producción. |
Con
anterioridad, el hierro que salía de los hornos (hierro fundido) contenía grandes
cantidades de carbón. Era duro pero quebradizo. Para hacerlo maleable y poderlo forjar se
necesitaba eliminar el carbón para transformarlo en casi hierro puro (hierro forjable). A
este material se le podía dar cualquier forma pero se gastaba fácilmente. El acero, muy
resistente al esfuerzo y al desgaste, tiene una cantidad de carbón intermedia entre el
hierro fundido y el hierro forjado. La tecnología Bessemer permitió la producción a
bajo coste de acero a gran escala, lo que influyó decisivamente en el desarrollo de la
industria naval, las fábricas de armas, el ferrocarril, las herramientas y aperos
agrícolas y un sinfín de aplicaciones. |